lunes, 20 de junio de 2016

Depilación integral e Infecciones de Transmisión Sexual

En los últimos años la tendencia de depilarse de forma integral la zona genital ha ido en aumento (sobre todo durante los meses de verano), aunque hay una verdadera polémica al respeto. Reflexiones de profesionales con contrastada formación como el Dr. Ramón Grimalt (dermatólogo), la Dra. Josefina Royo (subdirectora del Instituto Médico Láser), el Dr. Gabriel Serrano (dermatólogo), el Dr. Andrew de María (ginecólogo) y la Dra. Carmen Menéndez (ginecóloga), nos sirven de base científica para la redacción de este artículo.



El pelo de nuestro cuerpo está pensado para protegernos. Así, el de la cabeza sirve para evitar quemaduras solares y traumatismos, el de las cejas y pestañas para disminuir los traumatismos, las motas de polvo y la caída de gotas de sudor en los ojos. En lo que se refiere al vello público, protege de heridas, traumatismos e infecciones durante las relaciones sexuales.

El vello en la zona de las ingles es más curvo que en otras áreas. Al depilar con cera, los nuevos pelos comienza a brotar teniendo que romper la piel para seguir con su crecimiento, aunque no siempre lo consiguen (sobre todo si la piel está reseca o es muy gruesa), por lo que se enquistan (se abren camino dentro de la piel). A veces se infectan provocando lo que se conoce por pseudofoliculitis.

Las depiladoras eléctricas o la cuchilla dejan el tallo del vello a ras de piel dejando el pelo con forma afilada y tiende a darse la vuelta y clavarse en la piel.
El vello púbico disminuye el roce de la piel durante las relaciones sexuales. Si los dos miembros de la pareja tienen el vello púbico depilado y alguno tuviese una infección en la piel, el otro estaría expuesto a esa infección. 

El preservativo no protege ante todas las infecciones de transmisión sexual. Éste es el caso del virus del papiloma humano, entre otras, que ha aumentado en los últimos años de forma alarmante. 
La depilación del vello púbico en chicos y chicas ha provocado en los últimos tiempos un aumento alarmante de infecciones de transmisión sexual. Si la depilación se realiza el mismo día de la relación sexual o el día anterior, la piel se encuentra irritada y favorece la transmisión de infecciones. Si el vello se ha afeitado hace unos días, actúa como “lija” que rascarán y erosionarán la piel de la pareja sexual.

Cualquier pequeña herida de la piel es una puerta de entrada que aprovechan los gérmenes para penetrar en el organismo y producir una infección.
Al menos se recomienda que uno de los miembros de la pareja mantenga el vello en la zona central de pubis para evitar el roce directo. En la zona lateral hay menos riesgo puesto que hay menos roce. Como alternativa, se podría recortar el vello.

También hay un riesgo añadido a la depilación en verano, son las manchas de la piel. Hay que evitar la exposición al sol para prevenir la aparición de manchas oscuras en esta piel tan sensible.
La fricción de la ropa ajustada y de la piel por el ejercicio también irrita y erosiona la piel, creándose un ambiente muy favorable para la proliferación de microorganismos que pueden provocar infecciones.

En un reciente libro “The body book”, la actriz Cameron Díaz defiende la cantidad justa de vello como medida higiénica: “No olvidemos que la especie humana estaba cubierta de pelo, y aunque ahora solo lo tenemos en algunas zonas, creo que ese vello que se ha mantenido tiene un propósito”. 
En las antípodas a esta reflexión se encuentran las palabras de Eva Longoria: “Toda mujer debe probar, al menos una vez en su vida, la depilación brasileña, pues el sexo es formidable”. Esto significa mayor zona de fricción, más sensibilidad y área despejada para disfrutar del sexo oral.
Las hípsters neoyorquinas de Williambsburg han marcado tendencia con el full Bush Brazilian, o sea, labios totalmente rasurados y monte de Venus con vello, elevándose así el placer en el sexo oral.




Imagen de fondo: Group Jump de Paolo Dala bajo licencia CC